Cuando hacemos dropshipping tenemos la sensación que vamos a ofrecer a nuestro proveedor toda la información para que cree una submarca con nuestro éxito y nuestros clientes. Para ello sólo hay un camino: el modo mandaloriano. ¿Y qué significa esto? Nuestra marca debe ser incopiable. La única manera de sobrevivir es crear marca, marketing sin parar. En el mercado megaglobal actual esto es lo único que nos salvará de las copias, el big data de terceros, etc. el usuario ve la marca y la marca es lo que quiere. Protegerse es importante y la marca no se puede imitar, y si la imitan nos hacen publicidad.
Por ejemplo, si tenemos un producto textil, que vendemos mediante dropshipping, y que por lo tanto no fabricamos, no enviamos, y cedemos datos sin parar a unos y a otros, nuestro éxito será muy limitado porque daremos alas a otros para copiar y referenciar nuestro esfuerzo. Para ello la marca nos da fuerza, ventaja, y evita las copias. Los clientes de marca son los que debemos de buscar. El producto de precio debe proteger al cliente, el producto de marca capta mediante la marca. Por eso no es tan arriesgado, porque no importa la información de canal abierto (hasta cierto punto) porque la marca perdura, y además permite crecer con otros productos bajo marca, con varios proveedores.
Lo primero es hacer un análisis de cómo está mi marca, el sector y la competencia y qué recursos económicos y humanos tenemos para lograrlos.
Se recomienda elaborar un buen plan de marketing para saber el terreno que se pisa y, sobre todo, “para evitar errores”. Entre estas equivocaciones que cometen en ocasiones los comerciantes, está no tener bien definido el público al que se dirigen y el producto que quieren vender; identificar los costes ocultos; no hacer lo mismo que otros; calcular bien los márgenes; buscar el equilibrio entre el marketing online y la comunicación y saber gestionar la tienda online.
Vender online supone aprender cosas nuevas como poner en marcha una campaña en la red, qué acciones funcionan mejor, cómo sacarle el mejor partido al presupuesto de publicidad, la logística y sus costes…Lo físico y lo virtual se parecen, pero también tienen diferencias sustanciales que es necesario tener en cuenta.
El uso de la venta online con respecto a otros países de la Unión Europea, España se encuentra un punto por detrás de la media , esto es, en un 7% con respecto al 8%. Para mejorar el rendimiento hay que pensar en una tienda online como en un negocio físico, donde hay gastos externos que debemos asumir: el marketing online es cosa de profesionales. Si en mi tienda física buscará hacer yo mismo el sistema de refrigeración, o la instalación de cualquier tipo, es probable que me salga más caro a la larga. Todo el mundo entiende eso, pero a la hora de contratar servicios de profesionales del marketing online, vamos a superofertas o a ser autodidactas en grado extremo. Invertir 100 esperando vender 1000 en 1 mes es absurdo. El marketing en la red es cuestión de esfuerzo, tiempo y conocimiento.