Como en cualquier otro sistema en el que interactúe la naturaleza humana, la confianza es un valor fundamental para el desarrollo de ese ámbito. En este sentido internet en sentido amplio necesita de esa confianza para que progrese todo lo relacionado con esa tecnología. Se está comprobando que el Covib-19 ha propulsado esa confianza, debido a la necesidad de utilizar este canal de manera prioritaria, y también porque se ha extendido el uso de herramientas, y se ha comprobado su efectividad en muchas tareas que hasta entonces tenían otras formas de desarrollarse.
Los peligros de internet
El cibercrimen es el gran desafío de la seguridad en internet, y no solo el cibercrimen que utiliza la red para obtener dinero con estafas, apropiación de identidad digital para saquear cuentas, hacer compras, obtener datos, si no aquel de baja intensidad, o incluso manipulador.
Bajo la denominación de «cibercrimen» se engloban un buen número de actividades ilícitas que tienen como común denominador el uso de servicios digitales por parte de grupos organizados que pretenden obtener un rendimiento ya sea económico, reputacional o de cualquier otra índole. Des- de campañas de phishing hasta ataques informáticos mediante ransomware, el cibercrimen pone en riesgo la confianza de los usuarios en internet y dificulta una mayor digitalización de la economía y de la sociedad.
Afortunadamente, parece haber un elevado grado de concienciación entre los ciudadanos europeos. El 86 % es consciente de que existe un riesgo creciente de ser una víctima de un cibercrimen, dado que la actividad digital crece día a día, y el 87 % afirma no desvelar información personal online por este motivo. Los ciudadanos españoles se muestran aún más conscientes que la media europea del problema que puede suponer el cibercrimen (93 %), mientras que el 95 % asegura no desvelar información personal a través de internet.
Estamos ante un fenómeno, el cibercrimen, que preocupa a los ciudadanos, ante el que se encuentran bastante concienciados sobre su incidencia y su peligrosidad, a pesar de no estar muy informados sobre el mismo, pero que no supone una motivación suficiente para cambiar su comportamiento en la red.
De acuerdo con BBC News, desde principios de 2019 se duplicó el número de vídeos falsos que proliferan por las redes. La empresa tecnológica Deeptrace ha llegado a detectar más 14 600, frente a los menos de 8 000 encontrados en diciembre de 2018. De ellos, el 96 % eran de carácter pornográfico, generalmente con la cara de una celebridad generada por ordenador sobre el cuerpo de un actor o de una actriz porno. Por cierto, el deepfake, aparte de una herramienta para condicionar la opinión pública, supone un lucrativo negocio para algunos.
La palabra deepfake procede de la contracción del término deep learning (aprendizaje profundo) y fake (falsificación). Es decir, que implica el uso de inteligencia artificial para generar vídeos sintéticos, generalmente con el fin de desacreditar a alguien y/o condicionar la opinión pública. Hace algún tiempo apareció en la red Instagram un vídeo de Mark Zuckerberg, el popular consejero delegado de Facebook, en el que confesaba su intención de hacerse con el control del planeta gracias a disponer de los datos de las personas. Esto es un ejemplo de lo que se puede hacer en el campo del deepfake.
Las tiendas físicas tienen que espabilar
A pesar de la barrera de entrada que supone la venta online, la confianza que debe generar, y lo difícil que es posicionar una marca, las tiendas físicas en su búsqueda de ahorrar costes para ser más competitivos, están perdiendo las ventajas que las diferenciaban de las tiendas que son exclusivamente online. De hecho, muchas tiendas físicas, tienen absolutamente diferenciado su negocio online, de tal manera que son 2 empresas distintas. Solo se apoyan en la marca. Esto está provocando el efecto inverso, pòrque cuando un usuario compra online sobre un marca de tienda física , espera disponer de las mismas ventajas de la tienda física, y no una versión “barata” de la tienda online que ya conoce y sobre la que no quiere hacer la compra, para aprovechar las ventajas de la marca con garantia de tienda física.
Todo esto, la no recogida en tienda de compras de otros canales,…está provocando que el usuario empieza a pensar que ventaja puede tener esa compra en tienda física…y probablemente no sea ninguna…