Los centros comerciales, las tiendas físicas y el resto de los negocios analógicos, persisten en la idea de controlar la mente y los actos de sus clientes en un entorno controlado. Cuando vamos a un centro comercial, por ejemplo, nos dejamos influir por las luces, la música, el ambiente, la pérdida del concepto del tiempo, y por supuesto, la posibilidad de ver y tocar el producto. Además compras y te lo llevas. Esos son los encantos de la venta física. Muy estudiada y con ventajas amplias.
Este modelo ha pasado sus horas bajas en los últimos meses, por el COVID-19, pero incluso de ese modo muchas empresas se han negado a dar el salto a la venta online. Es el caso de PRIMARK, que prefiere esperar la vuelta de los centros comerciales, ya sea escalonada, interrumpida, o como sea. Sus razones tendrá. Quizás las tiendas online permiten al cliente el concepto de entrar y salir, que supone una facilidad de uso y comparación que hace perder ventas por la imposibilidad de retener el tiempo suficiente a un usuario en el entorno de venta.
Los centros comerciales, sin embargo, dan opciones: comida, ocio, etc. puedes pasar más tiempo y disfrutar sin tener que comprar, aunque al final los datos indican que se compra. Tienen una venta cruzada incorporada con tiendas de distinto tipo, algo que la venta online ha tenido que improvisar e incorporar. El potencial del ‘retail’ en España tras la pandemia: El Covid-19 ha demostrado que las estructuras logísticas de las empresas no están preparadas para un repunte masivo y que la tienda física tiene futuro.
En este sentido cabe destacar que, el potencial del retail y la tienda física están más que acreditados. Como ejemplo, en 2019 veintisiete nuevos retailers abrieron su primera tienda en España. Entre ellos destacan algunos pure players del ecommerce como Aliexpress o Hawkers, o el caso de Ikea que han puesto de manifiesto la importancia de reinventar los formatos de sus tiendas. Además, los retailers online están abriendo tiendas físicas y los offline invierten en plataformas online para poder maximizar sus canales de venta. Por este motivo, la omnicanalidad sigue presentándose como una de las principales tendencias a consolidar y los consumidores seguirán apostando por una combinación de ambos canales de compra. Los operadores ahora están buscando el espacio ideal para poder implementar su estrategia omnicanal y en su mayor parte se están decantando por los centros comerciales ya que por su configuración y extensión del espacio permiten realizar esa adaptación de una manera más eficaz y sencilla.
Este fortalecimiento de la tienda física se debe principalmente al hecho de que el comercio electrónico no ha sido capaz de satisfacer plenamente las necesidades de los consumidores. Cada vez más comerciantes están potenciando la recogida de pedidos online en las tiendas físicas para minimizar las pérdidas de margen por el reparto a domicilio, especialmente la última milla, que lleva asociado unos costes difíciles de reducir y que hacen reducir el margen entre un 5% y un 8%.
El modelo mixto, se presenta como la nueva moda, con todo tipo de opciones, con precursores de una cosa o la otra de forma absoluta (Amazon vs Primark) pero con la mayoría reforzando e inventando. Apostando por el marketing en su conjunto.