Los atributos son todas aquellas variaciones del mismo producto en cuanto a talla, color o acabados a los que les corresponde una referencia y un EAN diferenciados, pero que esencialmente son el mismo producto. Por ejemplo, una misma camiseta puede tener 3 colores disponibles y 3 tallas de cada color, pero en esencia es la misma camiseta. Estas variaciones son los atributos del producto. En el caso del ejemplo, los atributos de la camiseta se pueden combinar entre sí, ya que por cada color hay 5 tallas, lo que daría lugar a 9 atributos diferentes en la misma ficha de producto. La pregunta que muchos profesionales se hacen es: ¿agrupo esos atributos o creo x fichas de producto distintas, una para cada atributo?
Ventajas e inconvenientes de agrupar los atributos
La mayoría de vendedores online ven un inconveniente clave en la agrupación de atributos en una misma ficha, y es que de este modo el usuario no ve de un solo vistazo todas las variaciones del producto: tiene que entrar en cada ficha para saber cuántos atributos disponibles tiene el producto en cuestión. Esto se ve problemático sobre todo en aquellos casos en que los atributos disponibles son variaciones de color. La mayoría de vendedores argumenta que si el usuario sólo ve una de las múltiples combinaciones posibles, pensará que el producto sólo tiene ese color, y si andaba a la búsqueda de otro color, se marchará de la tienda sin comprar nada.
En cuanto a las ventajas, en algunas plataformas de ecommerce al agrupar los atributos se obtiene una URL principal –la correspondiente al producto padre – y una URL con almohadilla por cada atributo, cosa que hará que puedas compartir la URL de cada uno de los atributos en redes sociales, por email o como quieras. Es decir: si agrupas atributos, en algunas plataformas tendrás la URL producto-padre.html, y por cada atributo se añadirá una almohadilla: producto-padre.html#azul, producto-padre.html#rojo, etc. El único handicap es que la URL de la almohadilla no se indexa en Google –sólo lo hace la URL del producto padre–, pero sin duda es un daño colateral muy menor: siempre podrás compartir la URL principal y que el usuario vea y seleccione por sí mismo los atributos una vez dentro de la ficha de producto.
La otra ventaja es que, en principio, es más usable agrupar todos los atributos en una misma ficha de producto. El usuario espera encontrar las combinaciones agrupadas, y no le sorprenderá que tengas tus atributos organizados así. Sí que es cierto que en algunos sectores puede ser interesante mostrar de un solo vistazo los atributos de color, pero las plataformas de ecommerce están preparadas para agrupar los atributos precisamente porque a nivel de SEO y de usabilidad es mucho menos problemático.
Navegar a través de jerarquías
Si hemos agrupado nuestros productos en Categorías podemos seguir estos consejos:
- Familias clásicas: llamemos a las categorías como se llaman en las tiendas físicas desde hace décadas. Lácteos, deporte de montaña, herramientas electricidad.
- Funcional: hagamos otra línea de categorías relacionada con la función que cumplan. Hidratantes, relajantes para productos y servicios relacionados con la salud; oficina, hogar en papelería; seguridad, entretenimiento en informática…
Navegar a través de cualidades
Todos sabemos que una ficha de producto completa, con una descripción detallada de los beneficios y aplicaciones, mejora nuestro posicionamiento y proporciona al usuario información que puede necesitar a la hora de tomar una decisión de compra.
Pero si esa información se proporciona en forma de atributo, se convierte en accionable y comparativa. Algunos ejemplos:
- Ingredientes: podemos agrupar los productos por los principios activos que lo componen (cuidado personal) o los ingredientes (alimentación) así como los componentes (productos físicos como ordenadores) o los materiales (textiles)
- Aplicaciones: usos recomendados o para los cuales el producto resulta óptimo (interior o exterior para jardinería, oficina o juegos para ordenadores o portátiles, horno o microondas para alimentos precocinados)
- Tamaños y colores: para productos textiles (centímetros) informáticos (gigas o megaherzios) de ferretería (metros cúbicos o litros)
- Público: tipo de consumidor preferente (adulto o infantil en alimentación, aficionado o profesional para productos astronómicos, perros o gatos para productos veterinarios)
Diferenciación del producto por Atributos Físicos
Son las características físicas y materiales del producto, composición, etc., aquellas que pueden ser perceptibles por los sentidos, como el color, olor, textura, sonido, forma, etc.
Suelen considerarse atributos físicos las cualidades organolépticas, la composición, el color, el olor, el tamaño, el sabor, la cantidad, el diseño, el envase, el embalaje, el etiquetado… Y cualesquiera otros que puedan ser percibidos por los sentidos.
Se acostumbra a decir que el consumidor en el momento de decidirse por adquirir un producto tiene, realmente, más en cuenta los atributos físicos, como el color o el olor. Además hay atributos que permiten que el mismo tipo de producto pueda llegar a diferentes segmentos del mercado. Es el caso del tamaño o de la cantidad.
Diferenciación del producto por Atributos Funcionales
Son aquellas características del producto que se relacionan con la satisfacción de la necesidad por la que fue adquirido, es decir, las utilidades o prestaciones del producto.
Son atributos funcionales el surtido, la gama, el coste, la usabilidad… Y por lo general cualesquiera otros mencionados al tratar los atributos físicos, pueden ser asimismo atributos funcionales, según los casos. El diseño acostumbra a considerarse cada vez más como un vendedor silencioso.
También, pueden considerarse atributos funcionales aquellos servicios que se ofrecen conjuntamente con el producto, como es el caso de los servicios postventa. Ya se trate de reparación, mantenimiento, garantía, etc.
Ventajas e inconvenientes de no agrupar los atributos
La principal ventaja de separar los atributos en varias fichas de producto es que permiten al usuario ver todos los atributos de un producto desde la página de categoría, de un solo vistazo y sin necesidad de acceder a la ficha de producto. Pero, como verás, aquí terminan las ventajas.
Para empezar, la creación de una ficha de producto por cada atributo genera un problema de fondo, y es que por cada atributo tendrás una ficha de producto con contenido duplicado. Por ejemplo, si la camiseta Montana tiene 3 colores y decides crear una ficha para cada color, la descripción será exactamente la misma en las 3 fichas, y ya sabemos que el contenido duplicado es una de las cosas que más duramente penaliza Google. Así que ya puedes imaginarte el bajonazo que vas a llevarte si haces lo mismo con un catálogo de, digamos, unas 1000 fichas de producto.
Si aún así decides que tu tienda lo que necesita es tener los atributos separados, hay dos maneras de que esta práctica te perjudique menos. La primera es crear las fichas padre y que las fichas hijas –las de los atributos – tengan redirecciones canonical a la ficha original. Esto le dice a Google que hay una jerarquía entre contenidos iguales y que hay un contenido principal, que es el que manda; pero en cualquier caso seguirás teniendo contenido duplicado que Google va a indexar, con lo cual pese a tus redirecciones canonical te expones a un castigo de Panda. Además, para hacer estas redirecciones necesitas conocimientos de programación y de SEO, así que tendrás que contratar los servicios de un experto.
La segunda manera de hacerlo de manera menos perjudicial es evitar duplicar el contenido de las fichas correspondientes a los atributos, lo cual es muy difícil porque si el producto es el mismo, será complicado escribir 3 descripciones que no se parezcan entre sí. En este caso, lo que te ahorres en el experto en SEO y programación te lo gastarás en un profesional de contenidos, con lo que al final tienes que plantearte si lo de separar los atributos te interesa lo suficiente como para pagar por hacerlo de una manera que no perjudique, o perjudique lo menos posible, a tu posicionamiento.
En cualquiera de estos casos, las URLs te darán problemas, ya que para diferenciar las URLs de los atributos entre sí tendrás que añadirles a mano el atributo diferencial–rojo, azul, etc. – en el nombre de producto y/o en la URL amigable. En este caso, las URLs de los distintos atributos sí que se indexarán, pero no dejarás de indexar contenido duplicado o muy parecido, algo que para el SEO no te va a ir bien. Y, finalmente, el verdadero trabajo lo tendrás en el mantenimiento del catálogo: si se termina el stock de un atributo y desactivas la ficha correspondiente, generarás un error 404, algo fatal para tu SEO –cosa que no te pasaría si el atributo estuviera agrupado con sus hermanos en la ficha de producto principal.
Resumiendo: ¿qué hago?
Nosotros desde ByComercial te recomendamos agrupar siempre los atributos en una misma ficha de producto. Las fichas de producto de las plataformas de ecommerce han sido diseñadas para agrupar los atributos y poderlos combinar entre sí por algún motivo. Si bien es cierto que, como decíamos, en según qué sectores puede ser interesante que el usuario pueda ver los distintos atributos sin entrar en la ficha, también es cierto que a nivel de SEO es más recomendable agruparlos y a nivel de ecommerce management vas a ahorrarte mucho tiempo y dinero haciéndolo así. Hay otras maneras de conseguir que el usuario vea los atributos de color desde la página de categoría sin entrar en la ficha de producto.